Gracias por su interés en aprender más acerca de cómo la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) puede afectar a las personas con cardiopatías congénitas. Compartimos sus inquietudes y estamos comprometidos con la salud de todas las personas cardiópatas.
Las cosas están cambiando rápidamente y las recomendaciones pueden variar según vayan publicándose nuevos datos.
¿Qué es el COVID-19?
El COVID-19 es una nueva enfermedad que provoca padecimientos respiratorios y que puede propagarse de persona a persona. Es causada por un nuevo coronavirus que no se había visto previamente en humanos. Este virus se identificó por primera vez durante una investigación sobre un brote en Wuhan, China.
¿Qué se sabe acerca de cómo COVID-19 afecta a niños y adultos?
La información de otros países sugiere que las niñas y los niños pueden no verse tan gravemente afectados por COVID-19 como los adultos. En China, se registraron más de 2000 niños infectados pero solo hubo 13 casos críticos y un deceso. Seguimos aprendiendo más a medida que los datos se comparten y se publican.
Sin embargo, las personas adultas mayores y aquellas con enfermedad cardiovascular pueden tener más probabilidades de tener síntomas graves de COVID-19 y enfermarse mucho cuando se infectan. Esto es particularmente cierto para adultos con afecciones cardíacas no controladas, como insuficiencia cardiaca congestiva, hipertensión (presión arterial alta) o enfermedad de la arteria coronaria, y para aquellas con afecciones pulmonares crónicas que ocurren en pacientes con cardiopatías congénitas (como asma o hipertensión pulmonar).
¿Qué se sabe sobre cómo el COVID-19 afecta a las personas con cardiopatía congénita?
Desafortunadamente, no hay datos disponibles en este momento sobre COVID-19 y su impacto en niños o adultos con cardiopatía congénita. Tener cardiopatía congénita no debe aumentar la posibilidad de infectarse.
Poseer una cardiopatía se considera actualmente una condición que puede aumentar potencialmente la riesgo de que COVID-19 se vuelva grave, particularmente entre aquellos que son mayores y aquellos que están gravemente afectados por enfermedad cardiaca (por ejemplo, para quien tiene insuficiencia cardíaca congestiva grave o afecciones pulmonares crónicas).
Tener otras afecciones crónicas como la diabetes también puede aumentar este riesgo. En otras palabras, se cree que las personas con mayor riesgo de infección grave por influenza (gripe) también tienen un mayor riesgo de sufrir COVID-19 severo. Hable con su cardiólogo si no está seguro si usted o su paciente tiene un alto riesgo de padecer COVID-19 grave.
¿Qué puedo hacer para mantenerme saludable?
La mejor manera de mantenerse saludable es prevenir la infección tanto como sea posible. Lavarse las manos, mantener el distanciamiento social (evitar lugares concurridos y permanecer a una distancia de un metro y medio de los demás cuando está en público), evitar tocarse la cara y permanecer en casa el mayor tiempo posible son consideradas buenas prácticas hasta hoy, particularmente si en la familia vive alguien con padecimientos cardiacos.
No hay medicamentos específicos o suplementos confirmados para prevenir o tratar el COVID-19. Sin embargo, se recomienda seguir pautas generales de sana alimentacion y dormir lo suficiente. También es importante mantener actualizado su cuadro de vacunación, incluidas las vacunas contra la neumonía y la influenza.
Para aquellos pacientes cardiópatas que toman medicamentos, se recomienda contar con dosis adicionales o medicamento suficiente de manera anticipada.
Considere un suministro de 2 semanas de medicamentos recetados y de venta libre, alimentos y otros elementos esenciales. Hable con su doctor si tiene dudas sobre alguno de sus medicamentos. Ha habido cierta preocupación sobre ciertos medicamentos que presuntamente empeoran el COVID 19, sin embargo, el American College of Cardiology, la American Heart Association y la Heart Failure Society of America recomendaron el 17 de marzo de 2020 que las y los pacientes cardíacos continúen todos los medicamentos recetados por su médico, incluidos los inhibidores de la ECA y los bloqueadores de los receptores de angiotensina.
¿Qué debo hacer si siento que tengo síntomas?
Si desarrolla síntomas como fiebre, tos y dificultad para respirar, llame a su médico para obtener instrucciones sobre cuándo acudir a los centros hospitalarios para recibir atención o para realizar pruebas, a menos que su cardiólogo le haya indicado lo contrario. Se recomienda quedarse en casa excepto para recibir atención médica y mantenerse aislado tanto como sea posible de familiares y amigos.
Las personas con cardiopatías ya pueden experimentar dificultad para respirar y tener un tinte azulado en la piel, los labios y las uñas. Si alguno de estos síntomas empeoran o si usted o un miembro de su familia con cardiopatía comienzan a tener problemas para respirar o desarrollan labios azulados o cara, dolor o presión en el pecho, confusión o cualquier otro síntoma grave o empeorado, acuda a la sala de urgencias más cercana inmediatamente. Consulte a su médico para cualquier otro síntoma que sea grave o preocupante.
Todo esto me está estresando … ¿hay algún recurso para ayudarme a sobrellevarlo?
El brote de COVID-19 puede ser estresante para las personas. El miedo y la ansiedad por una enfermedad pueden ser abrumadores y causar fuertes emociones tanto en niños como en adultos. Hacer frente al estrés lo hará a usted, a las personas que le importan y a su comunidad más fuertes.
Manejar el riesgo, el miedo y la incertidumbre en una pandemia en evolución es difícil, y mantener el bienestar emocional es importante. Sin embargo, hay cosas que puede hacer para ayudar a reducir su estrés. Mantenga un horario, incluso mientras se queda en casa.
Haga ejercicio, coma alimentos saludables regularmente y duerma lo suficiente. Además, conéctese con familiares y amigos por teléfono o videollamada.
¿Cuáles son algunos otros recursos útiles?
Se puede encontrar más información en:
Fuente: Traducción de “Information on Coronavirus Disease 2019 (COVID-19) and Congenital Heart Disease”, comunicado del Congenital Heart Public Health Consortium, difundido el 24 de marzo de 2020.
Descargue el comunicado original en inglés aquí.