Valeria Chávez
Una fobia es un miedo identificable y persistente de carácter excesivo o irracional que se desencadena por la presencia o anticipación de un objeto o situación específica. Los niños o adolescentes con fobias viven en un estado constante de ansiedad cuando son expuestos a este cierto objeto o situación específica. El miedo identificado debe de durar por lo menos 6 meses para ser considerado una fobia y no un miedo temporal. Tanto factores genéricos como del entorno son la causa de la aparición de fobias. Se han relacionado a un primer encuentro que provocó un miedo importante, pero se desconoce si esta exposición condicionante es necesaria para el desarrollo de las fobias o si pueden desarrollarse por pura predisposición.
Existe una distinción entre una fobia y un miedo. Los miedos infantiles son muy comunes, se considera que entre el 30% y el 50% de los niños presentan uno o más miedos intensos pero no todos tendrán significación clínica ni podrían ser considerados una fobia. La prevalencia de las fobias se da solamente en entre un 3% y un 9% de los niños y adolescentes, llegando incluso a un 15% según diferentes autores. En un estudio realizado en 3.005 adolescentes de entre 12 y 17 años, hasta un 76,5% manifestaba tener miedos, y solo el 27,3% cumplía criterios para fobia específica a lo largo del año previo.
Las fobias más comunes y de comienzo en la primera infancia son las relacionadas a los animales, seguidas por las ambientales, y finalmente las de tipo situacional y la agorafobia. Las fobias ambientales parecen tener una mayor repercusión social, más comorbilidad, e ir acompañadas de más clínica somática que el resto de fobias simples.Las fobias más comunes entre niños y adolescentes serán desarrolladas a continuación:
Fobia específica: Se produce una ansiedad relacionada a un objeto, situación o hasta pensamiento específico, por ejemplo perros, obscuridad, payasos, etc. Este objeto o situación se evita a toda costa, se anticipa con miedo o se soporta con ansiedad extrema al punto de que interfiere con las rutinas y actividades normales del niño. La fobia específica es más común entre niñas que en niños. Es altamente tratable a través de la terapia conductual y usualmente no se receta medicación. El tratamiento más eficaz se denomina exposición y prevención de respuesta, que involucra una exposición gradual, repetida al objeto, evento o situación temidos hasta que la respuesta de ansiedad disminuya.
Trastorno de pánico. Un período impredecible e inesperado de miedo intenso o incomodidad junto con dificultad para respirar, mareos, debilidad, temblores, miedo de perder el control y un ritmo cardíaco aumentado, rápido (denominado un ataque de pánico). Los síntomas pueden durar varias horas, pero por lo general alcanzan su pico después de 10 minutos.
Agorafobia. La agorafobia se define como el miedo a los espacios abiertos, como por ejemplo estar afuera o salir solo de casa. Esta se relaciona con una o más fobias o el miedo de tener un ataque de pánico.
Trastorno de ansiedad social. Miedo de una o más situaciones de desempeño o sociales en un entorno adecuado a la edad con otros del mismo grupo etario (por ejemplo, obra de teatro escolar, recital, dar un discurso o un informe sobre un libro frente a la clase).
Trastorno de ansiedad ante la separación. Se caracteriza por miedo o ansiedad al ser separado de una figura de apego. Este trastorno interfiere con las actividades regulares.
Mutismo selectivo. La incapacidad de hablar en situaciones sociales específicas en un niño o adolescente que puede hablar, y de hecho habla, en otras situaciones.
El inicio de muchas fobias se da en la infancia y pueden ser un factor de riesgo para el desarrollo de una futura patología y es por eso la importancia de un tratamiento precoz. El tratamiento debe ser integral, incluyendo al niño, padre, escuela y el contexto general. Existen diversos tratamientos para las fobias dependiendo de la fobia, el grado de gravedad y las características de la persona.
Niveles de tratamiento
- Psicoeducación para padres y niños: se trata de dar a conocer el origen de los miedos, su carácter evolutivo y cuáles son los mecanismos que los perpetúan para así poder mejorar el manejo y control de la fobia.
- Terapia cognitivo-conductual: la TCC es el tratamiento efectivo de mayor evidencia y debería ser el tratamiento de primera línea 11. La relación con el estímulo/objeto fóbico es la base de estas terapias. La exposición debería realizarse de modo gradual para facilitar el control de síntomas, ya que, por su inmadurez, los niños poseen pocos mecanismos efectivos de control del estrés y emociones negativas. Es fundamental la participación de los padres.
- Fármacos: necesarios si el miedo y los síntomas asociados son incapacitantes, no se puede realizar TCC, existe comorbilidad grave o ideación suicida. Los fármacos mas utilizados son los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y en casos agudos las benzodiacepinas.
Jose Güerre Lobera, M., & Portilla, N. O. (2014). Miedos y fobias en la infancia. Anales de Pediatría Continuada, 12(5), 264–268. https://doi.org/10.1016/s1696-2818(14)70202-1
Las fobias en niños y adolescentes. (2019). Ucsd.edu. https://myhealth.ucsd.edu/Spanish/RelatedItems/90,P04742
Información básica sobre la fobia específica – Child Mind Institute. (2021, July 23). Child Mind Institute. https://childmind.org/es/articulo/informacion-basica-sobre-la-fobia-especifica/
Los ataques de pánico y el trastorno de pánico – Síntomas y causas – Mayo Clinic. (2018). Mayoclinic.org; https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/panic-attacks/symptoms-causes/syc-20376021