Alrededor del 2% de las niñas y niños que nacen en el mundo tienen un defecto cardiaco y de ellos, el 25% tendrá una cardiopatía congénita crítica; sin embargo, ante la falta de un diagnóstico temprano, muchos de ellos mueren en sus primeros días de vida, expuso la doctora Fabiola Pérez Juárez, Médico Adscrito de Ecocardiografía y Profesor titular del curso de Ecocardiografia Pediatrica del Instituto Nacional Pediátrico y Jefa de Cardiología Pediátrica del Centro Médico ABC durante la sesión de actualización de Cardiopatías Congénitas ABC – Kardias – INP que se llevó a cabo el 10 de noviembre y se transmitió por el canal de YouTube de Kardias con una audiencia de 445 profesionales de la salud de México y Latinoamérica en la cual se abordó la situación actual de los recién nacidos con cardiopatías congénitas.
La doctora Pérez, recordó que las enfermedades del corazón son una de las causas más comunes de mortalidad en el primer año de vida de las y los bebés en México, por ello la importancia de un diagnóstico oportuno por medio de ecocardiogramas fetales o del tamiz cardiaco.
En Estados Unidos y muchos países de Europa, las personas gestantes tienen acceso a tres ultrasonidos, el primero en el primer trimestre durante la semana once, otro en el segundo trimestre y uno más en el tercer trimestre. Si en estos ultrasonidos el ginecólogo detecta alguna anomalía, refiere a la paciente a un especialista en medicina materno fetal, quien confirmará la anomalía y referirá a la paciente a un cardiólogo fetal para definir el diagnóstico.

Este procedimiento se realiza también en algunos lugares de nuestro país, pero la principal recomendación de la doctora Fabiola Pérez es un ecocardiograma fetal oportuno, ya que si se detecta algún padecimiento, se puede establecer un plan de nacimiento. La mejor indicación es realizar este estudio entre la semana 18 y 22, pero si es posible, sería de suma relevancia someterse al estudio en dos ocasiones: en la semana 14 y repetir en la semana 18 o 20 de gestación.
Por su parte, el doctor, Héctor Díliz Nava, cirujano Cardiotorácico Pediátrico del Instituto Nacional de Pediatría y del Centro Pediátrico del Corazón ABC-Kardias, reafirmó la importancia de un diagnóstico prenatal que incluya un historial de embarazo, la exploración física, estudios de imagen como una radiografía del tórax, un ecocardiograma y en caso de ser necesario, una angiotomografía o un estudio neurológico y así, en caso de detectar alguna cardiopatía, comenzar el proceso una vez que nazca la niña o el niño.
Tamiz Cardiológico
Una vez que el bebé nació, se recomienda que pasando las 24 horas de vida, sea sometido a la prueba del tamiz cardiológico, o incluso, si se da de alta antes de estas horas, se le realice la prueba ya que esta puede dar un diagnóstico certero sobre alguna cardiopatía.

En septiembre pasado, el doctor Luis Antonio García Benitez, coordinador de investigación y Enseñanza de Kardias, mencionó durante el Foro Virtual “Hacia la construcción de la NOM para la aplicación del Tamiz Neonatal Cardiaco en México”, que aplicar el tamiz a nivel nacional puede significar la detección temprana de más de 3000 casos anualmente. Esto implicaría salvar, cada año, más de 5 mil años de vida potencialmente productivos para el país. Pero también implicaría la necesidad de una mejora en la infraestructura y en el proceso de atención, para que estos niños realmente puedan tener un acceso efectivo al sistema de salud, y que cada año de vida que se salve sea con calidad.
Finalmente la doctora Diana Sánchez, pediatra residente de la Unidad de Cuidados Intensivos Cardiovascular del Instituto Nacional de Pediatría resaltó que un diagnóstico oportuno mejora la sobrevida y la calidad de vida de los pacientes, ya que si no se cuenta con él, puede llegar al servicio de urgencias en estado de choque y eso aumenta su morbilidad y mortalidad.
En la plática también participó el doctor Saúl Flores, Cardiólogo Pediatra Intensivista Cardiovascular del Texas Children’s Hospital con la discusión de un caso clínico.