Ante la continua generación de contenidos sobre la pandemia declarada por el COVID-19, las niñas y los niños menores de seis años que estén expuestos a estos, pueden desarrollar ansiedad, estrés y miedos.
Esto debido a que aún no han adquirido la madurez suficiente para poder comprender o entender los aspectos biológicos, sociales o económicos de enfermedades como el COVID-19.
Es por eso, que es importante hablar sobre las enfermedades: para proteger sus emociones.
Cuando hablamos con las niñas y los niños sobre enfermedades, utilizamos términos que puedan “entender” pero que en realidad son imprecisos, como decir “malito” “bichito” y no ayudan en su bienestar emocional. Es necesario hablar del tema en una nivel comprensible y de acorde a la edad de las y los niños, pero sin el uso de términos que los puedan confundir.
Medidas para cuidar las emociones
Es probable que, con el cambio de rutina que implicar el no asistir a clases, las niñas y los niños puedan generar estrés y emociones negativas. Ante esto, algunas de las medidas que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), recomienda para cuidar las emociones de las niñas y los niños antes el COVID-19 son:
- Evita que vean o escuchen noticias y vídeos con un enfoque morboso o sensacionalista sobre el COVID-19.
- Evita que participen en conversaciones de la situación, cuando hay otros adultos presentes. Sobre todo cuando sean acaloradas o si incluyen bromas al respecto.
- Resuelve sus dudas y temores, en un lenguaje que puedan entender pero que no sea engañoso.
- Sé honesto con sus dudas, si no tienes respuesta a sus dudas, busquen en conjunto la información en páginas oficiales como UNICEF y la Organización Mundial de la Salud, las cuales son buenas fuentes de información.
- Evita exponerlos mucho tiempo a contenidos relacionados sobre el virus.
- Comenta sus estados de ánimo, para que las niñas y los niños se sientan en confianza de poder compartir sus temores.
- Sigue la rutina del día, como horarios y actividades.
- Explícales que el quedarse en casa es seguro para él y sus amigos por su salud.
Con información de: UNICEF.