Enfermedades Cardiovasculares
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el planeta. Y más de tres cuartas partes de estas muertes relacionadas con cardiopatías y accidentes cerebrovasculares ocurren en países de ingresos medianos y bajos.
Los problemas cardiovasculares pueden estar originados por múltiples factores: desde el tabaquismo a la diabetes pasando por la presión arterial alta y la obesidad, la contaminación del aire, las dietas malsanas, la inactividad física, el consumo nocivo de alcohol, la hiperlipidemia o incluso patologías menos comunes, como la enfermedad de Chagas o la amiloidosis cardíaca.
Los ataques al corazón y los accidentes vasculares cerebrales (AVC) suelen ser fenómenos agudos que se deben sobre todo a obstrucciones que impiden que la sangre fluya hacia el corazón o el cerebro.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que la causa más frecuente es la formación de depósitos de grasa en las paredes de los vasos sanguíneos que irrigan el corazón o el cerebro. Estos ataques también pueden deberse a hemorragias de los vasos cerebrales o coágulos de sangre.
De acuerdo con la Organización Panamericana de Salud, actualmente hay 520 millones de personas que viven con enfermedades cardiovasculares. En México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) registró 141 mil 800 muertes por este problema entre enero y agosto del 2020, convirtiéndose en la principal causa de decesos.
Los síntomas de la enfermedad cardiovascular pueden ser diferentes entre los hombres y las mujeres y los síntomas pueden incluir, dolor de pecho, falta de aire, dolor, entumecimiento, debilidad o frío en las piernas o los brazos si se estrechan los vasos sanguíneos de las partes en el cuerpo; dolor en el cuello, la mandíbula, la garganta, abdomen superior o en la espalda. Algunos de los factores de riesgo para desarrollar enfermedades del corazón pueden incluir, edad, sexo o antecedentes familiares.
La atención oportuna es primordial para evitar secuelas graves, irreversibles e incluso la muerte por enfermedades cardiovasculares, ya que hasta 90% de las personas infartadas logra sobrevivir cuando recibe tratamiento a tiempo, de acuerdo con el Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”.
Esta institución afirma que es indispensable realizar al menos 30 minutos diarios de actividad física, consumir verduras y frutas en desayuno, comida y cena, evitar alimentos procesados, y acudir al menos una vez al año a revisión médica para detectar a tiempo cualquier alteración física que sea factor de riesgo para desarrollar enfermedad cardiovascular.